miércoles, 18 de mayo de 2011

Mónica Naranjo, una diva sin ataduras

Julio Soria Florido/EFE-Reportajes
18-Mayo-2011

Mónica Naranjo es una mujer libre y segura de sí misma, capaz de abandonar su compañía discográfica para gestionar su carrera de forma personal y de acometer proyectos tan sugerentes como "Madame Noir".
Mónica Naranjo acaba de presentar "Madame Noir", un espectáculo a medio camino entre el concierto y el musical.

Madrid, España.- Ha necesitado quince años de carrera, pero Mónica Naranjo ya no tiene que darle explicaciones a nadie sobre sus nuevos retos profesionales. No es asunto baladí, puesto que son muy pocos los artistas que han gozado del privilegio de la libertad absoluta, ese momento en el que desaparecen todas las ataduras y se da rienda suelta a las inquietudes creativas sin limitaciones de ningún tipo. La cantante española lo ha conseguido después de mucho trabajo, sacrificios y, por qué no decirlo, alguna que otra lágrima.

"Nunca me he sentido mimada, pero en algunos momentos sí me encontré muy sola, una soledad que se debía a que no estaba rodeada de las personas adecuadas. Era una niña que, de la noche a la mañana, se convirtió en una de las voces más importantes a nivel internacional, la gallina de los huevos de oro a la que todo el mundo quería acercarse, casi siempre por interés. En estos campos, si no tienes una persona que te quiera, terminas siendo muy desgraciada", explica Naranjo (Figueras, 1974) en una entrevista con Efe.

LOS INICIOS DE UNA CARRERA METEÓRICA

La artista comenzó su despegue en 1994 con su primer trabajo, "Mónica Naranjo", pero no fue hasta tres años después cuando dio el salto al Olimpo musical con su segundo álbum de estudio, "Palabra de mujer", en el que se incluía una de las canciones que mejor ha definido su espíritu inconformista: "Desátame" no sólo se convirtió en el himno de todas las discotecas, sino que dejaba bien claro el tipo de mujer que era aquella joven de voz prodigiosa, pero tan vulnerable como cualquiera.

El ascenso meteórico prosiguió con "Minage" (2000) y "Chicas malas" (2001), pero había ciertos detalles que no acababan de gustar a Naranjo, que en 2003 sorprendió a propios y extraños con un parón artístico. "Pasaban los años y no paraban de repetirme lo importante que era mi carrera. '¿Qué va a ser de ti si lo dejas ahora?', me solían decir. Pero tuve el suficiente valor de parar a tiempo. Regresé en 2005 y, hasta hoy, he vivido los siete años más maravillosos de mi vida", confiesa la vocalista.

LA MADUREZ DE UNA MUJER FAMILIAR

Más serena, con el aplomo y la confianza que aportan la edad, con un marido que la apoya y un hijo de 19 años que la tiene obnubilada, Mónica Naranjo es en la actualidad una mujer feliz. "Cuando termino de hacer promoción o una gira, sólo pienso en marcharme a casa con mi familia y mis perros. Me encanta pasear por el monte, vestida con un chándal y con mis botazas llenas de tierra. Lo que hago en el escenario no es más que un trabajo, y el día en que no me compense, me quedaré en mi cada cocinando con la Termomix, que se me da muy bien", afirma.

Tan confiada se encuentra la artista que, en un gesto meditado y valiente, decidió abandonar su compañía discográfica y gestionar personalmente todos los aspectos relacionados con su desempeño profesional. "El riesgo siempre existe y la libertad tiene su precio, pero da igual, porque por las noches duermes mejor. Todo el entorno de la música es muy inestable y, de momento, lo que tiene que prevalecer son los espectáculos. Está bien que esté pasando esto, sobre todo teniendo en cuenta aquellos famosos contratos que te obligaban a presentar un disco nuevo cada año y medio. Eso es muy difícil, y muchos artistas se veían obligados a entregar mierda. Ahora es el momento de apostar por otras cosas", celebra Naranjo.

ADIÓS A SU SELLO DISCOGRÁFICO Y HOLA A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Las nuevas tecnologías han cambiado para siempre el panorama de la industria de contenidos culturales, emergiendo una época caracterizada por la relevancia indiscutible de internet y las redes sociales. "Los amigos de mi hijo viene a casa y se meten en Youtube, Myspace, Spotify... Hay una nueva generación que se bajan los discos, ya sea desde iTunes o desde otros sitios menos legales. El otro día me lo preguntaron: '¿Usted se baja música? Sería la única gilipollas que no lo hiciera'. Después hay proyectos que los descargas, los escuchas y, si te gustan, te los compras, por respeto al autor", asegura.

A la espera de nuevas propuestas que salven el negocio discográfico, Naranjo señala la importancia de cuidar el directo, los espectáculos en que artista y público se citan bajo un mismo techo. Bajo esa perspectiva, la vocalista acaba de presentar su último proyecto músico-escenográfico, "Madame Noir", una obra que combina elementos de concierto y musical.

"Tiene una estética inspirada en los años cuarenta y cincuenta, que es muy bonita. Al principio pensamos hacer una gira muy desnuda, con el maestro José Herrero al piano, pero se nos quedaba un poco fría. Como a todos nos apasiona el cine, sobre todo lo que ocurre entre bambalinas, decidimos hacer una comedia donde diéramos a conocer lo que sucede en "backstage", con los directores, las actrices, el maquillaje, el vestuario...", anuncia Naranjo sobre este espectáculo que, tras recorrer varias ciudades españolas, viajará también por algunos países de Sudamérica.

DESTACADOS:

* Mónica Naranjo ya no necesita darle explicaciones a nadie sobre sus nuevos retos profesionales.

* Con el aplomo de la edad y el apoyo incondicional de su familia, la cantante es hoy una mujer feliz y realizada.

* Sin pelos en la lengua, la artista se muestra muy crítica con la industria discográfica.

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