sábado, 28 de mayo de 2011

Mónica Naranjo ¿Sobrevivirá a Madame Noir?



La polifacética cantante Mónica Naranjo estrenaba anoche en el Arteria Coliseum de Madrid su nuevo espectáculo Madame Noir, ante un público inquieto y expectante por conocer de primera mano este nuevo giro de la artista.

Acompañada solamente de un piano y con una simple puesta en escena ambientada en un rodaje cinematográfico de los años 50, Madame Noir es un concierto con tintes teatrales que nos muestra por primera vez la vis cómica de una Mónica Naranjo que ejerce al mismo tiempo de cantante, diva y actriz, alejándose un poco de la gran intensidad que siempre le ha caracterizado.


Tras la apoteósica gira de su último disco Adagio, está claro que la idea de Mónica Naranjo para Madame Noir ha sido "menos es más", buscando la intimidad y cercanía que proporciona un teatro frente a la opción de un espectáculo masivo.

Sorprendente fue su entrada entre el público del patio de butacas entonando "Lágrimas de escarcha", vestida tipo Verónica Lake, y espectacular fue su sentida interpretación de "Mi vida por un hombre", quizá el mejor tema de la noche que hizo levantar al emocionado auditorio tres veces rendido ante su gran potencia vocal.

Aunque el público estuvo realmente entregado desde el primer minuto y Mónica Naranjo estuvo muy graciosa en su papel de "diva", el acierto de este nuevo formato fue relativo, principalmente debido a la poca agilidad de la obra y a un repertorio que no cuenta con sus canciones más representativas y se apoya en temas oscuros de su discografía, incluyendo versiones de canciones italianas ("E poi" y "E penso a te" de Mina), "Cry me a river" o la arriesgada "Nessum dorma" de la ópera Turandot de Puccini.

Nada hacía presagiar el desastre técnico que obligó a tener que paralizar el concierto en su momento cumbre, en medio de la interpretación de la penúltima canción del espectáculo "Balada para mi muerte". Con bajada de telón cortafuegos incluída, dicha situación obligó a Mónica Naranjo a tener que entrar "a gatas" en escena y al elenco de artistas que la acompañan a tener que improvisar y animar al personal durante casi 15 minutos, convirtiendo el concierto en algo parecido a una obra de La Cubana, según palabras de la mismísima cantante.

Un final algo deslucido que no impidió disfrutar al público de los múltiples registros de una de las mejores voces españolas del panorama musical actual.

Consulta la agenda de las próximas actuaciones de Mónica Naranjo




ACTITUD50

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