Mónica Naranjo: «No estoy en la vida para repetir curso»

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Mónica Naranjo es una buena estudiante de la vida. «Siento que no estoy aquí para repetir curso; no me gustaría regresar para tener que enmendar lo que he dejado por hacer», asegura. La cantante aprueba una vez más la asignatura de la innovación con un espectáculo en el que vuelve a reinventarse. En 'Madame Noir', la artista recorre su trayectoria en la piel de una diva de los años 50 y descubre su «vertiente más desconocida». La transformación será hoy, en el Teatro Cervantes -dentro del Terral 2011-, ante un patio de butacas al completo. No quedan entradas. «Me siento feliz y realizada», confiesa con serenidad.
En este espectáculo, el más personal, íntimo y teatral de su carrera, Mónica Naranjo será una actriz «veterana, excéntrica y con un ego con el que no se ve los pies, pero extremadamente divertida». A través de ella, la cantante introduce al espectador en el 'backstage' de lo que sería el rodaje de una película de los 50, que no dista mucho de lo que hoy ocurre. «Son las mismas incertidumbres, anécdotas...», cuenta.

Voz y piano

La historia -«una gran aventura»- da cuerpo a una interpretación musical sencilla: su voz y un piano. Las canciones de su carrera que se escucharán en el Cervantes han sido cuidadosamente escogidas para que su contenido «pudiera definir cada momento emocional del rodaje» y sonarán con arreglos de los 50. «Llega un momento en la vida en que los artistas necesitamos de más simplicidad para poder crecer y evolucionar», explica. Recuerda que cuando empezó en el mundo del espectáculo con 18 años tenía que envolverse con muchas cosas «para tapar las inseguridades». Ahora, con 37 años, Mónica Naranjo es otra persona, ve la vida y el trabajo de diferente manera, con más calma; pero admite que con 'Madame Noir' no la tenía todas consigo. «Me ha creado bastante inseguridad porque no soy actriz ni pretendo serlo», declara. ¿No se atrevería entonces con el cine? «¡Dios me libre de hacerlo! Respeto demasiado esa profesión», responde.
Pero una vez más ha superado el reto. «Estoy feliz con lo que hemos hecho, porque lo que empieza como algo insólito acaba con la mejor de las sonrisas. Para la gente es una sorpresa», avanza. Es más, señala que 'Madame Noir' «ha sido creado para curar el entorno en el que estamos hoy por hoy viviendo, porque la risa es la mejor de las medicinas».
Se refiere a sí misma sobre el escenario como «el personaje». «¡Claro! Porque la persona dista mucho de ese papel», dice. Y se confiesa: «A Mónica Naranjo no me la llevo a casa. A Mónica Naranjo no la invitaría ni a comer. Es muy extrema». Pese a ello, dice que siempre se ha sentido «en paz» con Mónica personaje, «pero no con lo que conlleva un trabajo como este». «Encima del iceberg hace mucho frío», sentencia la artista.
«El personaje va contigo, tú lo creas, lo entregas y lo compartes; lo que no llevas bien es lo que le rodea. Por eso optas un día por seguir o por huir y encontrarte a ti misma», cuenta. Es ahí -afirma- cuando comienza la «aventura de la vida, que es encontrarse a uno mismo e investigar lo que le va a hacer crecer como ser humano». Y así hizo ella: se apartó de los escenarios durante siete años... hasta que se encontró. Regresó en 2008 con fuerzas y ganas renovadas. Hasta hoy.
Sentada en un sofá del salón Rossini del Teatro Cervantes, Mónica Naranjo contesta a todo. «¡Sabía que me ibais a preguntar hoy por eso!», exclama cuando se le pide su opinión sobre el escándalo de la SGAE. «Vamos a ver lo que dicta la justicia, no hay que hacer juicios paralelos. Pero ha sido una sorpresa para todos, no nos vamos a engañar», reconoce.

Video: MNFANSITE