MÓNICA NARANJO en Concierto “Madame Noir” L´Auditori
El Director de un espectáculo teatral ambientado en un rodaje cinematográfico de los años 40-50, comienza a llamar a gritos a su estrella. Madame Noir aparece por el pasillo central del patio de butacas con “Lagrimas de escarcha”, llega a las escaleras iluminadas y allí se entrega totalmente MN.
Intimista en “Miedo”, desgarrada en “Mi vida por un hombre”, realista en “Para Siempre”, salvaje en “Ahora, ahora”, inocente en “Enamorada”, desolada en “Abismo”, bella en las italianas, “E Poi” y “E penso a te” y deslumbrante con “Cry me a river”. Muchos rescates de su discografía que aquí brillan como ella.
Los pasajes cómicos teatrales hacen que el público y Madame puedan interactuar, habiendo sido invitados a asistir al evento con la estética apropiada, para así poder ser cámaras espontáneos dentro de la película, y divertirse en el set junto a las excentricidades de Noir. Prohibido mirar a Madame Noir directamente a los ojos, le producen brotes psicóticos tronchantes, así cómo sus bailes extremos en “Insensatez”.
Emotivo y triste final, tras “Balada para mi muerte” cuando sola, abandonada sin sus asistentes divinos, vestida de blancos a negro como el cine que emulan, y con su maleta a cuestas le pide al maestro pianista que entonen su último o, más bien primer y nuevo aliento con “Nessun Dorma” (Que nadie duerma!) de Plácido Domingo. Piel de gallina.Ya como Mónica, se muestra muy agradecida por los múltiples aplausos por un espectáculo poco convencional y distinto, en el que sin ser actriz borda el papel, y consigue además hacernos reír. Arriesgar y vencer. Camaleónica donde las haya, lo próximo es fundir las pistas de baile junto a Brian Cross este verano en Ibiza
Eres La Diva de nuestra nación, grandes teatros llenaban y llenarán Tu Voz. La Voz.
Texto :Sergio Arias ; Fotos : Carlos Ferriz
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