Mónica Naranjo llega a León con «Adagio», una fusión pop y clásica
La Plaza de Toros acogerá la relectura sinfónica de los éxitos de la cantante
17.07.2010 Pacho Rodríguez | León
Con Adagio , Mónica Naranjo dispara directamente al corazón. Sin medias tintas. Lo que hoy se verá en el León Arena es un homenaje al directo, al gran concierto. Con mimbres pop, pero con ejecución clásica, acompañada de una orquesta sinfónica que relee sus grandes éxitos.
Hoy será el particular sueño de una noche de verano musical, el de Mónica Naranjo, en concreto, pero el de todos, en general, con este espectáculo que lleva año y medio de reconocimientos allá por donde ha pasado.
No es teatro, ni musical, y se desmarca del concepto tradicional de espectáculo propio del star system, pero hay algo de todo ello cuando la artista catalana quiere abarcar todos esos terrenos que la apasionan y que resumen su biografía. Y le sale Adagio con una intención clara: transmitir su poderío vocal e interpretativo y hacer que el público salga de la sesión repleto de sentimientos. Ella lo resume como una historia de arriba y abajo: la de la vida de todos, la de las aspiraciones, ambiciones y los sueños, y el inevitable y posterior regreso a los orígenes, «cuando lo que uno quiere es como volver al lugar de su madre», señala.
Por eso, Mónica Naranjo advierte que habrá momentos para el grandioso espectáculo y el desmelene, y para la emoción. Es decir, pañuelos para jalear y para enjugar las lágrimas. El trasunto de toda esta historia que es Adagio Tour puede que sean esos años de retiro voluntario, cuando Mónica Naranjo abandonó los escenarios. Se cansó de un ritmo inhumano y antiartístico y optó por el silencio. Extrañó, porque ella representa lo contrario, pero cuando vio que los tiros no iban por el mismo lugar que su destino, mandó parar. Sería espantada, pero fue en defensa propia.
A prueba de tendencias. La artífice de discos como P alabra de Mujer o Chicas Malas ha conseguido ahora superar sus propios miedos, pero ha ido más allá, ofreciendo un espectáculo a prueba de tendencias. Es decir, sus fans, encantados, pero los que no conocen su obra pueden acudir confiados en que se encontrarán con un concierto de alta costura musical.
No es que la voz de Desátame o Tú y yo volvemos al amor reniegue de su pasado, ni, por supuesto, renuncie a sus incondicionales, pero está claro que pretende abrir la tarta para que sean otros los que degusten su nuevo planteamiento musical. Ella dice que ahora mismo no concibe crear lo que sería un disco convencional. Por eso, está aquí en León con este Adagio Tour . E incluso avanza que su próxima incursión discográfica se planteará como un trabajo de miras largas, como obra conceptual que sea tanto más exigente para ella como gratificante para el oyente y espectador.
Mónica Naranjo, con todo este envoltorio de lujo, será más que nunca Mónica Naranjo en estado puro. Y, aunque huya de divismos, se espera a la diva que es. Aunque busque acomodo en conceptos clásicos, casi se exige que rescate momentos frenéticos. Y que luego los rebaje con baladas o tiempos medios.
En definitiva, ella es una gran artista que ahora se somete al reto de trascender casi a su nombre. Y si se dejan de lado estereotipos y topicazos, la cuenta que sale es que, hoy por la noche, en León hay un gran concierto. Una de esas citas a las que hay que acudir con los prejuicios bien aparcados en el paseo de Papalaguinda.
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