jueves, 14 de octubre de 2010

Mónica Naranjo portada PARENTESIS (Venezuela)



Teresa Broggi / Fotos: Cortesía Solid Show Producciones

Dos cosas están claras. La primera es su potencia de expresión y un insólito registro vocal que alcanza la voz completa; toda una diva. La segunda, algo jocoso, que espera catar más de la gastronomía venezolana, cuando el próximo 4 de noviembre llegue a Venezuela para interpretar sus éxitos en nuestro país, en medio del concierto que la catalana presentará en la terraza del C.C.C.T en Caracas, como parte de su tour Adagio”, que la tiene girando desde 2009 por distintas partes del mundo y en donde muestra como siempre sus dotes de estrella al presentar un show con aspectos teatrales, ballet y apuntes circenses.

Esta dama salió de su casa a los 17 años a trabajar en su sueño musical. México fue el país que la vio nacer artísticamente y por ello, “Adagio” su más reciente producción discográfica que da nombre al tour y que además se acompaña con un DVD con una visión sinfónica de sus canciones, fue grabado en tierras aztecas. Dice que trabajar en un teatro es lo mejor, al compartir de manera más cercana con el público. Además, comenta de este material, que ha sido su más grande locura por ser una grabación que repasó sus 15 años de carrera con todos sus éxitos, acompañada por la Orquesta Filarmónica de México.

Reconocida como ícono dentro de la comunidad gay europea y latinoamericana, ella misma no se atreve a describir lo que es Mónica Naranjo; ella es la intérprete de un pop dance con ópera, mezclado y remezclado, pero donde siempre predomina su potente voz con una tesitura que va desde un contrato hasta la soprano lírica. Con el respeto de los conocedores, es posible asegurar que la música de Naranjo puede ser dance u orquestal con la misma fuerza y sin sacrificios.

Aunque “Adagio” encierra piezas como El despertar, Desátame, Sobreviviré, Empiezo a recordarte, Siempre fuiste mío y la extravagante Europa, para un total de 16 éxitos, la nativa de Figueras, dice que entre sus canciones no tiene a ninguna como amuleto, pues todas las que ha compuesto a través del tiempo forman parte de un momento en su vida y ninguna es más especial que otra (tal cual como ocurre cuando se tienen muchos hijos, que ninguno para una madre es más especial que otro). En todo caso, alguno de esos “hijos” es más vulnerable que el otro, pero ella les quiere igual. Autodefinida como una mujer luchadora, con mucha energía y un carácter extremadamente fuerte, debe separar la artista de la mujer, pues como ha dicho, andar todo el día vestida de estrella le resultaría agotador. Dice que al llegar a casa comparte al máximo con su familia, con su hijo y con todo lo que le hace sentir en hogar, para poder sentirse conectada consigo misma. A pesar de ello, sabe que en la música nadie es imprescindible y no le teme al retiro musical. Mientras, desea disfrutar lo que hace y no pensar que cada 16 meses está obligada a meterse en el estudio a grabar un álbum.

Entre las sorpresas que trae, aclara que ya existe una página web de ella en japonés y tiene que ver con la preparación del próximo lanzamiento que tiene pensado hacer, siempre como escritora de las letras. “De momento estamos planteando la promoción para tener el contacto con el público de allá, para visitarles y llevarles nuestra música, pero eso será a inicios del próximo año”, señala la cantautora que fue conocida por haber llevado durante un buen tiempo el cabello a dos colores: la mitad de amarillo y la otra de negro.

Ante la inevitable pregunta de su relación con el público gay, Mónica responde con serenidad: “Yo me he criado dentro del ambiente gay, mi madre siempre ha sido una defensora acérrima. Mi gran sorpresa fue llegar a España y ver que el público gay no solamente le gustaba mi música sino que la compartía, que se sentían identificados, fue como una conexión directa. Yo todo lo que escribo lo hago pensando en mí y en que me guste, y no sé aún por qué le gustó tanto a ese público, pero tampoco quiero saberlo porque el encanto está ahí”.

Aquí en Venezuela muchos quieren saber quién es Mónica Naranjo…

La verdad es que apenas se yo quién es Mónica Naranjo. De verdad, cada vez que tengo una entrevista y me hacen la pregunta de como me definen, no se qué decir. Después de casi 20 años de carrera te digo que no se todavía, porque es una artista joven que todavía está en continua evolución. Desde mi debut en el 1994 hasta “Adagio” que evoca los orígenes clásicos, pues imagínate no es posible descifrar fácilmente esa artista que soy yo.

Tienes muchas combinaciones y una voz diferente…

Bueno, eso es un regalo. Nací con un regalo divino, y yo lo único que hecho es intentar mejorarla con técnica. Soy soprano, sí, sería la definición a esos tonos tan altos. Pero vamos, tampoco hay que darle importancia porque hay artistas que tienen una gran tesitura o una pequeña tesitura y tienen la misma magia que la persona que podría hacer completas ocho octavas. Tener una gran tesitura vocal no significa que seas una gran cantante si tú no transmites ningún tipo de emoción.

Pero es fácil preguntarse cómo tienes tanta voz al escuchar temas como Europa donde se demuestra el potencial. ¿Llegaste a cantar Ópera?

Empecé con siete años en un liceo con teoría y solfeo y con 14 años comencé con mis clases de clásico. Lo que pasa es que durante la adolescencia somos hormonas con patas y difícilmente nos gusta la disciplina. El clásico necesita muchísima disciplina y es ahora con un montón de años después que decido volver a coger las técnicas, a prepárame con disciplina. Han sido seis meses de preparación bien duros que vinieron antes de estos dos años de Tour, pero han valido la pena.

¿Con qué se encuentra la gente en un concierto de “Adagio”?

Se van a encontrar con la recopilación de las canciones que forman parte casi de 20 años de carrera musical. Se van a encontrar un espectáculo audiovisual donde no soy la pieza central sino una marioneta que se llama “Alma“ que representa la vida y la muerte.

¿Qué es lo más extraño que han llegado a decir de ti?

A veces dicen cosas que me hacen reír, otras que me causan indiferencia y otras que me causan daño, pero la mayoría me han hecho reír siempre y me han causado muchísima simpatía. Cuando se dicen mentiras me da igual.

¿Qué tal te ha tratado la prensa?

Muy bien, me han tratado con el mismo respeto con el que yo los he tratado. La relación entre periodistas y artistas se basa en el respeto, si tú tienes respeto por el otro, habrá respuesta.

Se generó la información de un disco que editarás en 2011, pero al parecer no es muy cierta…

Sí, aquí han formado un rollo tremendo, porque se supo que el año que viene que haría el lanzamiento de una opera rock basada en un libro, y ahora estoy trabajando estrechamente con el escritor para componer la obra. La gente empezó a mandar correos y a través de Twitter las preguntas. Decidimos hacer un juego de letras para el título y que la gente decidiera qué nombre tendrá. Pero te aseguro que ninguno de los que se han dimensionado es. Hombre, también les hemos dado pie, y ha sido como una sopa de letras como para pasarla bien.

¿Volverá el público a verte con el look del cabello a dos colores, blanco y amarillo?

(Risas) No gracias, lo tuve durante ocho años y no por Dios, ¡Que va! Fue un sacrificio aquello, no lo volvería a repetir en la vida.

¿Sabías que hay un grupo de Facebook llamado “Queremos a Mónica Naranjo en Venezuela” con casi dos mil seguidores que te están esperando?

Pues no, no tenía ni idea, pero que bienvenida, qué monos. Tengo 10 años de haber estado en Caracas haciendo promoción. Fue una ciudad donde comí muy bien, y para mí Caracas es la capital del mundo donde mejor se come. Soy fan de las arepas y las hago en casa. Las relleno con cremita de aguacate, queso, pollo, hago también tomate picado con cebollita y cilantro y las relleno de lo que haga falta. ¡Son buenísimas! Lo que si es que saca un poco de trasero a las mujeres. Pero yo soy de muy buen comer.

Mini Bio

Mónica Naranjo Carrasco nació el 23 de mayo en Figueras, dentro de la provincia de Gerona en Cataluña, España. En 1994 lanza su álbum debut de nombre “Mónica Naranjo” con el que se fue a México a probar suerte. En 1997 vuelve a España con “Palabra de mujer” con el cual vendió más de dos millones de discos, donde se incluía el tema

Desátame, cuyo video la mostró ya como una sex symbol y que la debatía entre una sensualidad atrayente y una sacerdotisa.

Toma un receso debido al estrés y en 2000 retorna a la palestra con “Minage”, consagrado a la italiana Mina, su cantante preferida, pues diez de las doce canciones eran versiones de la intérprete itálica adaptadas al español. En 2001 edita “Chicas Malas” con la participación de Diane Warren en la producción y en donde hace intentos hasta el momento poco fructíferos por ingresar al mercado en inglés. Ya en 2003 con “Bad Girls” la hace con el tema I ain´t gonna cry. En 2005 sale a la venta “Colección Privada” como recopilatorio de sus años de carrera y luego se edita “Tarántula” (2008) donde viene incluida la singular Europa. Con esto sólo se nombra algunos de sus pasos en la música, pues la artista que ha incursionado en lo metal y gótico ha emprendido varias aventuras sonoras a lo largo de su carrera.

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