Si Alaska es el gran icono gay español, Mónica Naranjo es, bajo mi criterio, la gran diva gay de la piel de toro. Ha tenido grandes éxitos, largos silencios, estilismos denunciables y muchos momentos de lo más marica. Desde tener que buscarse la vida en México a conquistar España gracias a ‘Sorpresa, sorpresa’ y aquel fan de Utrillas (Teruel).
Siempre que esta mujer da una entrevista, hipnotiza. Me da igual de lo que hable, siempre cautiva. Es sincera, directa, pero con educación. Con los pies en el suelo de haber pasado hambre en el mundo musical y de habérselo tenido que currar mucho.
Ayer Mónica nos deleitó como sólo ella sabe en el Hormiguero. Calmada, divina, estocadísima y guapísima, la Naranjo demostró que está en un estado de madurez en su vida. Presentando su nuevo trabajo en directo ‘Madame Noir’ un concierto-espectáculo casi interactivo.
La entrevista, como tal, no ha aportado nada que no sepan ya los fans de la de Figueras, pero sí que hemos podido ver a Mónica interpretando parte del Nessum Dorma, interpretando ‘Casablanca’ con el idiotizador (un momento hilarante) y hablando del stress. Si ayer no pudisteis ver a una de las grandes voces de España en el programa de Cuatro, no dudeis en pasaros por su canal de Youtube para ver el programa.
Aunque la pregunta que a mi me surge es… ¿qué estaba mascando todo el rato Mónica? ¿Chicle? ¿Algo que se le quedo entre las muelas del catering?
AMBIENTEG
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