Pese a los imprevistos, el nuevo concierto de Mónica Naranjo fue un show de dos horas, en el que un guión teatral articuló el repertorio musical, dominado por la influencia del álbum "Minage", que se hizo acreedor de los aplausos de la concurrencia, puesta en pie y entregada desde el minuto cero.
En “Madame Noir” se entremezclan música y guión cómico, además es difícil distinguir ficción y realidad, cuánto hay parodia en su interpretación de diva. "Más que un concierto, parece ya una obra de teatro de La Cubana", dijo la artista para justificar el accidentado estreno en Madrid de esta producción.
Pese a los imprevistos, quedó claro que Naranjo plantó el estilo gótico del disco "Tarántula" y que, en un nuevo giro artístico dentro de su carrera, rindió a un público seguidor de su música, con una interpretación (auto) paródica y excesiva de una diva de los años 50.
Como una perla brillante, con un conjunto en este color que parecía sacado de "L.A. Confidential" y enfundada en una vitola de piel blanca, Naranjo -una Verónica Lake con la garganta de la italiana Mina- hizo una sorprendente aparición desde el patio de butacas interpretando el primer tema.
Fuente: EFE VER VIDEO
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