Paula Ortiz Vidal portiz@cadena-capriles.com
Ver: REVISTA DOMINICAL/VENEZUELA
Tras 10 años de ausencia de los escenarios venezolanos, la diva española llega más unida que nunca a sus raíces clásicas, para pedir que la ames o la dejes morir, al país que ella considera “es el más difícil del mundo para cuidar la línea”
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Mónica Naranjo no se considera una víctima del fashion. “Nada más alejado de la realidad”, dice esta cantautora española que alguna vez vimos con el cabello bicolor, y es que aunque esta rubia-morena haya lucido un look diferente con cada nuevo proyecto, su arma de seducción son las letras con las que se ha ganado el apodo de “la pantera de Figueres”, ciudad de la que es oriunda.
Con una caja de inspiración como vida y una apariencia medio elegante-medio gótica, Mónica regresa, no sólo a los escenarios, sino a sus raíces clásicas. “En mi país se dice que la cabra tira al monte con los años, y eso es lo que ha pasado un poco”, explica la cantante, aunque cada uno de sus álbumes haya representado a la mujer que existía en ella para el momento en que los materializó.
Aprender a vivir
En un viaje de regreso a Barcelona, un percance con una de las alas del avión donde viajaba hizo que Mónica se diera cuenta que tenía que comenzar a vivir la vida disfrutando de lo que tanto quería. No saber qué hacer un fin de semana cuando no tenía trabajo era síntoma de que algo no estaba bien.
- En un par de oportunidades te has alejado de la música para estar en contacto contigo misma ¿Qué has hecho durante este tiempo?
-Vivir. Tuve la ocasión de descubrir que las cosas más simples son las que más te llenan. La familia son los principales pilares que apoyan a cualquier ser humano y tuve la gran suerte y la cabeza bien amueblada para dejar mi carrera en un momento en el que yo me sentía muy perdida y sentía la necesidad de otras cosas. Pasaron cosas fantásticas, aprendí a vivir, aprendí a disfrutar los fines de semana, pude formar mi familia. En fin, lo que hacemos todas las personas normales.
- Uno de estos retiros fue causado por el estrés que te produjo la fama ¿Cómo la manejas ahora?
- Cuando llevas bastantes años de carrera y vuelves otra vez a los escenarios, ya vuelves con tus propias pautas, entonces no sientes ni el agobio ni la manipulación de ciertas personas que lo que te hacen sentir es que tu carrera es lo primero de todo cuando es mentira. Lo primero eres tú como persona.
Progresista con fe
“Cuantos sueños y mentiras / en el circo de la vida / yo lucharé, sobreviviré / al destino que me arrastra / hacia tus pies”. Así versa la letra de Pantera en libertad (1997), una canción de esta diva que, entre muchas, la han convertido en referencia obligada para muchos homosexuales alrededor de todo el mundo ¿El motivo? Quizás sus letras desenfadas y seductoras, su posición siempre a favor de las libertades sociales y sexuales, y la creencia en Dios sin tabúes condenados por las religiones.
- ¿Qué opinas de que una de tus canciones esté catalogada como un himno gay?
- ¡Hombre! La verdad es que si algo he sabido internacionalmente y dentro del mundo del arte es que los más exquisitos son los gays, así que me siento encantadísima.
- Siempre te has declarado a favor de la igualdad de derechos ¿Qué opinas de que existan países en Latinoamérica en los que el matrimonio homosexual no esté permitido aún?
- Pues yo, como europea, lo veo muy mal, pero tengo muchísima fe en que poco a poco todos los países latinoamericanos se asemejen a España, donde cualquier persona se puede casar con otra persona del mismo sexo. Poco a poco las cosas se van haciendo y de manera constructiva, no peleando, sino hablando que es como mejor se comunica la gente.
- Hablando de fe, en repetidas ocasiones nombras a Dios ¿Eres fiel creyente?
- Tengo una forma, siempre lo he dicho, muy curiosa como creyente. Aunque no pertenezco a ninguna religión en particular, creo en Dios, pero para mí Dios es todo lo bello que refleja la vida; yo me voy a una playa y para mí es Dios. Yo veo la sonrisa de un niño y para mí es Dios.
Una nueva etapa
La nueva gira de Mónica Naranjo, Adagio Tour, se presenta como una suerte de ópera, en lo que a puesta en escena se refiere. La primera parte de esta serie de presentaciones, inicio el 14 de mayo de 2009 en Granada (España), y culminó el 16 de octubre en México D.F, donde se grabó un CD y DVD que salieron a la venta el 1 de diciembre de ese mismo año. Una nueva fase de la gira trae a Mónica a Venezuela el próximo 4 de noviembre, después de una década de ausencia en nuestro país.
- ¿Qué te hizo romper con lo que estableció tu exitosa gira anterior, Tarántula?
- Después de terminar la gira Tarántula, tenía clarísimo que no iba a hacer otra gira parecida ni multitudinaria como aquella. Me apetecía más algo de recintos medianos, a sentir el público más cercano y volver al clásico.
- Tu próximo trabajo no sólo será un disco sino también un libro ¿Se consuma la puesta en escena que se inició con Adagio?
- La verdad es que me apetecía un montón hacer una cosa así porque después de Adagio hacer un disco normal y corriente no me era muy atractivo, Quería hacer una obra musical: crear unos personajes, una historia, llevarlo al escenario, presentando la obra durante el tiempo que sea necesario. Finalmente, a mi el teatro, los aforos medios es lo que siempre más me cautiva.
- ¿Y el escritor de la obra seguirá anónimo?
- Si revelara quién es el escritor probablemente en menos de una hora me matarían jajajajaja; entonces prefiero seguir ocultándolo.
A gusto con sus gustos
Uno de los mejores recuerdos que Mónica guarda de Venezuela es su cocina, su amabilidad y hospitalidad. “Caracas es la capital donde mejor se come en el mundo”, señala y confiesa que en casa hace arepas con pollo y aguacate porque son sus favoritas, una reina pepeada a la española. Sin embargo, sus gustos y prioridades son muy variados, pero es poco lo que cuenta a nivel personal.
- Poco sabemos de la vida privada de Mónica ¿No te gusta hablar sobre eso o crees que la gente se ha enfocado en tu carrera musical?
- Lo único nuestro que tenemos los seres humanos es lo que pasa en nuestras cuatro paredes. Sí te puedo decir que llevo un montón años casada, que soy madre de un hijo de 18 años, pero ahí me paro.
- ¿Concuerdas con que te consideren una diva sexy?
- El look va cambiando conforme una persona va cumpliendo años. Tampoco nunca ha sido mi intención ser atrevida o provocativa por la manera en que me he expresado o he llevado mi imagen. Finalmente estamos hablando de un personaje que se llama Mónica Naranjo. Yo en mi casa me llamo Mónica y no tengo absolutamente nada que ver con el personaje que interpreto arriba del escenario. Si yo tuviera que ser Mónica Naranjo las 24 horas del día, seguramente que moriría joven.
-¿Has tratado de expresar una necesidad personal con cada una de las facetas estéticas que has tenido a lo largo de tu carrera?
- Todas las edades tienen un momento y una manera de ser. No soy esclava de las firmas ni de la moda. En todo caso, quiero ir siempre cómoda y siempre siendo yo.
